sed-vies (III)

Buenos chicos/as, es momento de "culminar" con este espacio de "me interesa...". Hablo de "culminar" porque se termina en el blog pero todavía habrá un último comentario, una breve exposición en clase, este miércoles día 11, en la hora de la práctica de 13:30 a 14:30, en la que los que hemos querido participar, contaremos alguna experiencia personal y profundizar un poco más en el tema para ya darle fin a esta actividad.

En mi caso, ya que no puedo publicar nada, porque la LOPD no me lo permite, aprovecharé en esa clase para ser un poco más abierto y contar alguna experiencia personal... pero eso ya, el miércoles, el que quiera ir está invitado, promete ser interesante...

Por otra parte decir, que en mi caso, como ya sabéis, mi actividad se basa en mi trabajo, en el trabajo que por suerte estoy pudiendo llevar a cabo ahora y que me permite pagarme los estudios sin depender de terceras personas (mis padres). Eso ya es una buena razón de peso que me anima a no cesar en mi labor diaria con los chavales, pero es un beneficio totalmente extrínseco, la recompensa económica. ¿Importante?, desde luego que sí, pero no es en lo que quiero basarme ahora, sino que quiero centrarme más en lo que yo siento, vivo y experimento cuando ejerzo junto con estos niños/as y adolescentes. 

Felicidad, sensación de bienestar, angustia, miedo, empatía, comprensión, amor... todo esto y mucho más es lo que diariamente florece al trabajar con este tipo de chavales/as y todo tiene un valor puramente intrínseco que, para mi, es mucho más importante que todo lo demás pues me está dotando de experiencias y vivencias que me hacen crecer como persona y como educador, que me da recursos para afrontar futuras situaciones, que me ofrece muchas alegrías pero también muchas preocupaciones y calentones de cabeza, por no saber muchas veces como solucionar un problema, cómo ayudar y aportar algo de luz a esa situación para que no vaya a más.

Sin ir más lejos, por ejemplo, voy a contaros dos ejemplos totalmente opuestos con los que puedes lidiar en apenas 60 minutos...

Puedes encontrarte con dos niños que siempre te buscan para darte un abrazo fuerte, niños que encuentran una fuente de cariño bestial en el proyecto y que con su cara de felicidad consiguen darte fuerzas y arrancarte una sonrisa (Se que puede sonar cursi, pero es que es la realidad, tal cual es)

En cambio, a los minutos siguientes te encuentras con la otra cara de la moneda. En este caso, este jueves pasado día 5, en la segunda hora tengo un taller de balonmano con los chicos de secundaria. Se notaba que al día siguiente era fiesta (día de la constitución) y estaban muy alterados, más bien, incontrolables. Normalmente trabajan bien, pero esta vez estaban desatados. No hacían caso de nada, probé mil cosas y mis maneras de llamar su atención hasta que tuve que suspender el taller y recoger el material... pelotazos en las paredes, "pases" a golpear al compañero en la cara (y ya sabéis lo que puede doler un balonazo con una pelota de esas), "juegos de peleas" hasta que se hacen daño... totalmente incontrolables. 

Es un ejemplo de lo que te puedes encontrar. Con una sonrisa de oreja a oreja y a la media hora con una sensación de impotencia y de tristeza por no haber podido trabajar nada y por quedarte con la incertidumbre de si podrías haber hecho algo más o no para detener esa situación...

Aun con todo, es un trabajo bastante grato que creo me está aportando muchas tablas y recursos para poder afrontar con mayor seguridad cualquier actividad educativa.

El miércoles finalizamos con esta actividad. Saludos!!